viernes, 10 de diciembre de 2010

CAPITULO 17: Contra la espada y la pared. Y un golpe bajo.

Capitulo 17: Contra la espada y la pared. Y un golpe bajo. 

Katheryn Morales




Al día siguiente, era muy temprano, no me di cuenta cuando Matt se levanto de la cama, y sabía porque, volví a mi estado de retardo por mis continuos pensamientos invadiéndome. Haciéndome ser una zombi sin mente todo el tiempo. Intentaba no hacerlo, no pensar en las cosas malas que rodeaban ahora nuestras vidas y probablemente la de aquello que llevaba en mi vientre. Lo que fuese que fuera. Quería desaparecer.

Cuando baje, Matt no estaba, pero había dejado una nota. “Descansa, pedí que te dieran el día libre apenas ayer saliste” Sonreí mirando la letra, no era perfecta, pero tampoco era horrorosa, y no diferenciaba puntos y comas. Era la primera vez que veía la letra de Matt, era linda para ser de un hombre. Como el. Baje a buscar algo que tomar, y encontré en el escondite de los tomates nuevas bolsas de sangre que seguramente Matt había traído para mi. Me sentía un poco débil así que tome dos. Me dio un poco de escalofríos el beber la sangre con tan infinito placer que cada parte de mi cuerpo se estremeció por eso. La sangre nunca me había sabido tan bien.

Entonces comencé a temer más.

Pero eso no impidió que siguiera bebiendo, vi las demás y vine a caer en cuenta de mi misma, con horror al ver todas las bolsas.

Vacías ahora.


Todas.


Dios, esto no estaba bien. Enloquecí de repente, el lado positivo para mi fue ver mi cuerpo repuesto y vibrante lleno de vida. Trate de pasar por alto ese gran susto, aunque me era aun más difícil ahora no pensar en ello. ¿Era un vampiro completo? Dios, no… tratando de olvidar toda la sangre digerida busque verduras y comencé a comerlas. Solo… para hacerme creer que había comido más de esto que el liquido rojo que aun ansiaba beber.

Esto no estaba bien.

Absolutamente nada.

Me lleve una gran canasta de verduras al sillón mientras cambiaba de canales, encontré 8como era de esperarse) un programa de mujeres embarazadas, era como un diario de embarazo. Algunas se quejaban por algunas cosas que les pasaban, si no podían ya dormir, si su esposo no entendía algunas cosas que ellas decían. Todo esto solo produjo un solo resultado en mí.

Ira.

Esas mujeres estaban quejándose por cosas tan insólitamente tontas, que quise llorar abrazándome, si tan solo tuvieran un pedacito del recorrido que llevaba en ese momento con el pequeño detalle del embarazo. Posible o no posiblemente bueno para los habitantes bla bla bla…

Mire afuera, y note que Matt había dejado el auto.


Perfecto. Necesitaba salir a hacer cualquier cosa. Claro cualquier cosa lejos de la tienda, si me veían podrían ver lo “perfectamente” estable que estaba. Eso me dejaba otra duda. ¿Matt les habría dicho del embarazo? “Voy a ser papa” o… ¿No habrá dicho nada aun? Sea lo que sea en ese momento solo necesitaba salir y vivir un rato al aire libre, subí por mi abrigo canela y lo puse sobre mí tapándome casi hasta las rodillas. Era suave, y casi tocándolo sentías que podías dormirte allí mismo.

Cuando Salí, había hecho buena predicción del clima. Estábamos comenzando a entrar a Septiembre. Y el clima estaba bajando unas cuantas escalas lo suficiente como para sentirlo hasta en tu ropa interior. Lo primero que pensé fue ir a tomar helado (eso cuando estaba dentro de la comodidad y el calor de mi hogar) ahora, me placía comer un pretzel de nuttela con un moccachino expresso.


Oh… si. Algo muy caliente.


Esta vez, muchas ideas cruzaron mi mente. La razón. Bueno, era primeriza, y el saber o no si algunas cosas estaban afectándome o podrían hacerlo como a una humana tomando en cuenta lo que me dijo el doc. No sabia si los mitos y tontos consejos para embarazadas también influían en mí. Como por ejemplo tener EXTREMADA precaución al conducir. De todos modos, prevenir es mejor que lamentarse después. Quizás luego del pretzel podría pasar por la oficina del doc., y preguntarle esas cosas. Encendí el auto mientras ronroneaba debajo de mí. En el espejo retrovisor Matt había colocado una foto colgante de nosotros dos, en una de nuestras salidas últimamente en un centro comercial. Y además una extraña figura que asumí que tendría que ver con el rock. Por alguna extraña razón también. No me molesto.

Mientras esta vez disfrutaba del paisaje había tantas cosas maravillosas fuera. Las personas estaban trabajando arreglando las nuevas vidrieras. Los almacenes de ropa cambiaban sus maniquíes. As tiendas de repostería podía verse a la gente sonriente pidiendo postres en pequeñas cajitas. Y finalmente mi parada, la tienda de los pretzel. Tome mi teléfono y el monedero mientras salía. Y le volvía a colocar el seguro al auto. El aire olía fresco divino. Otro cambio de planes, compraría el pretzel y lo comería en una de las bancas de afuera. La chica de la tienda llevaba un delantal verde con letras azules y un gracioso sombrero, pero aun así su atención a los clientes brillaba como su sonrisa. Una vez que pedí mi orden me senté a esperar en una de las mesas redondas pequeñas dentro del local. El lugar por ser de mañana avanzada y claro día de trabajo no estaba tan lleno, pero aun así podría mantenerse un poco ocupado.

Oía la risa de algunos compañeros de trabajo, que ni sabía porque razón estarían allí y no en su lugar. Ni me importo. Otro un grupo de muchachos un poco alocados con un estilo punk dándose a probar entre ellos pedazos de sus diferentes pretzel. Otras mesas solas, otras solo una mujer, otra un grupo de… ¿vampiras? Humm… extraño, creí conocer a todos los vampiros del pueblo. No se veían peligrosas.


Finalmente dijeron mi número mientras iba por mi pedido. La chica sonrió entregándome un par de nuevas muestras de otros sabores, y mi mocca. Di una propina más y camine hacia la puerta. Las vampiras que había notado eran muy jóvenes, quizás aparentarían unos… ¿dieciséis años? Bueno, cada vez aparecían nuevas edades cada tiempo no era de extrañarse.

Tome mi pretzel y salí a sentarme en una de las bancas fuera del local mirando hacia la calle, acomode mi mocca en la banca y destape el recipiente de chocolate para mojarlo. Exquisito. La sangre en cantidad que había tomado esa mañana me podía hacer degustar un poco lo delicioso del chocolate. (Que muy extrañamente los vampiros podíamos saborear) Delicioso, y el Mocca bueno quemo un poco por no notar el calor del recipiente entre el frio de la mañana.

Todo parecía estar perfectamente ordenado ese día, Matt seguramente estaría algo atareado con mis labores y los suyos dentro del negocio. Mientras yo estuve en el hospital recuperándome el me contaba las locuras que había comenzado a pedirle el jefe que hiciera mientras yo no estuviera. “No sabes lo extraño que es y difícil, que me compre un hombre algo. Quizás por eso atienden chicas” Me reía del comentario mientras lo recordaba en mi mente e imaginando a Matt pestañeándole a los clientes. Dios… esa foto debía valer mil libras. Por otra parte, que cruel. Probablemente no era una buena idea burlarte de tu esposo. El teléfono me saco de mi risa mientras mordía un poco más de lo que quedaba del pretzel.

-¿Si diga?

La risa aun no me dejaba hablar normalmente y temí que fuera mi jefe. Oh pero que mal estado que tenia riéndome.

-Hola…


Bien. Esto, era peor que cualquier jefe.

Me quede callada.

-Yo…

¿Qué quieres Damián? – dije pensando si trancar de golpe o no.

-No me hables así… yo solo… quería disculparme contigo. Se que mi comportamiento no fue el adecuado. No se… porque.

-Tienes razón, no fue adecuado, gracias a ti, casi no recupero uno de mis brazos fácilmente.

-Comprendo… - el parecía pensativo en la otra línea.


Hubo unos segundos de silencio que aproveche.

-Bueno, que este bien Damián.

-¡No!... espera por favor, déjame terminar…

No me moleste en hablar.

-Quiero que en verdad me disculpes… de verdad actue como un completo ignorante. No debi haberte… tratado así nunca. Quiero que por favor me perdones

-Uhm.

-Por favor Vanessa.

-Como digas.

-Eso, es algo… esperaba un poco más pero, esta bien, no habrá, problema con ello de verdad. Comprendo que no te es fácil creer que, en verdad no haya querido hacerles daño. Lo admito, enloquecí, cuando vi que era cierto. Y tú anillo. No podía meter en mi cabeza que ya no estabas disponible…

-Pues no lo estoy… te lo aseguro. – dije pensando mientras di una ojeada a mi vientre y mire al frente.

-Yo… de verdad no puedo negarte que aun quisiera que pudieras, pudiera tenerte yo. Pero esta bien. Entiendo – dijo antes de que yo comenzara a hablar – están casados. Y la unión alta no puede deshacerla nadie.

-Me alegra escucharlo…

-Pero…

-¿Pero?

-No los molestaré. Más no significa que tú dejaste de interesarme. Esperare cualquier error, y te juro que volvería por ti.

-Damián se me agota la batería…

-Comprendo. Estoy comenzando a decir cosas que no quieres oír. Pero esta es la verdad. Esperare un error.

-Espera sentado…

Reía en la otra línea.

-Dile a Matt que lo felicito. Ha ganado. Por ahora.


Eso hizo que se me erizaran los vellos de los brazos.

-Que tengas buen día…- concluí.

-Igualmente dulce dama. Nuevamente discúlpame. Que pases buen día.


Iugh…. Lo que me faltaba. El mocca se me había enfriado.


Camine hasta el auto botando los recipientes desechables de mi deliciosa comida mitad mañana y subí encendiendo el calentador. Mire por el espejo retrovisor y decidí seguir manejando a cualquier otra parte.

Bueno, recordé que debía ir al doctor.


Mientras manejaba acercándome al consultorio una de las ambulancias legaba por la parte de emergencias e hizo que el estomago me girara. Un hombre del tamaño de Matt, lo suficientemente grande pero al mirarle el rostro pude darme cuenta que no era él. Baje del auto caminando oyendo mis tacones golpetear el asfalto del estacionamiento.

Espere fuera del consultorio del doc. Mientras atendías a sus pacientes. Cuando finalmente salió la ultima era una dulce viejecita que me sonrió al pasar por el frente con una nueva bolsa de medicamentos, el doc, cada cierto tiempo donaba algunos de estos.

Al mirarme me sonrió haciendo cara de sorprendido y me invito a pasar. La chica que tomaba notas de las consultas del doctor, una mujer de cabello negro en un moño labios rojos (añado la chillona voz) y los gigantescos lentes de pasta negra.

-Bueno… supongo que no vienes a visitarme… - dijo mientras se sentaba en su silla de color chocolate mientras estaba cerrando la puerta.

-Ande doc. ¿Qué no puedo simplemente venir a tener una tranquila charla con usted? – dije mientras caminaba y veía el esqueleto que tenia colgando de un paral metálico (muy frio).

-Claro… porque supongo que en tus condiciones pasar tiempo de calidad con tu doctor en la clínica te ayuda a distraerte lo suficiente. ¿Verdad?


Mire al esqueleto poniéndole una mano sobre su hombro.


-¿Siempre es así de gruñón? – dije hablándole a la calavera. El doc. Sonrió.

-Pues si… tiene razón. No es tiempo de calidad pero si vengo a preguntarle algunas cosas.

-Eso pensé…

-Acepto té o café, o agua… -dije sonriente mientras me sentaba frente al doc. En las sillas del consultorio.


El giro la silla hacia un refrigerador pequeño a su lado y saco una botella de agua y otra para él.


-Bueno… ¿Qué querías preguntar?

-Cosas…. Acerca de este embarazo… no se ofenda doc. pero no me dejo claro muchas cosas. Primero, ¿Cómo será esto? Rápido, lento, ¿normal?

-¿A que te refieres? ¿El tiempo de gestación?

-Así es…

-Será normal. Como cualquier otro embarazo.

-Dios… bueno tiene su lado bueno y su lado malo.

-El bueno es que no tendrás que dar explicaciones sobre como es que diste luz en un mes. ¿Pero el malo?

-Que tendré que estar así como una carga pesas casi un año…


El doctor se rio.


-¿Algo más?

-¿Las cosas de las humanas podrán hacerme daño? Me refiero, lo que les hace daño a ellas. Ya sabe, manejar, licores… cosas así, tonterías.

-Deberías acatarlas… como te dije, no sabemos si lo que llevas dentro es un humano completo, eso podría hacerle daño. Por lo menos el licor. Aunque deberías comenzar por deshacerte de esos … tacones. Si podrían llamárseles así…

-Ok… cada vez se pone mejor…

-¿Es sarcasmo? – el doctor sonreía.

-Aja…

-Pues debieron pensarlo mejor…


Arquee una ceja.


-También es en broma Vanessa. ¿Siempre eres tan gruñona? – dijo ahora burlándose d mí propio comentario.


-Doc… me preocupa… que no sea, humano…

-Eso lo se… y te advierto, los bebes sienten desde su gestación.


Genial Matt tenía razón, y yo soy la madre. Que vergüenza.

-Oyen y siente todo lo que tu puedas sentir hacia el.

-Comprendo…

-Hoy iré a hablar con el consejo.


Eso me hizo cerrar el botellón de agua.

-¿Qué cree que digan?

Parecía examinarme con la mirada.

-No lo se…


Mire a otro lado tratando de no invertir fuerzas en los pensamientos negativos otra vez.


-Pero sea lo que sea te informare a tiempo ¿Esta bien?, solo debemos informarnos entre todos los vampiros del pueblo lo que este pasando, por lo menos los que… supuestamente somos de mayor peso. Eso es todo.

-Quiere decir los más antiguos.

-Exactamente…


-Bien…


El me sonreía.

-¿Qué pasa?- pregunte.

-Nada, solo es… un poco gracioso verte a ti como madre.

Me hice la ofendida.

-Oh claro la vampira ruda no tiene sentimientos. – sonreí.

-Quiero que compres estos medicamentos, debes comenzar a tomarlos, como te dije en caso de que sea humano necesita estos nutrientes. Más con una madre muerta...- sonrió.

-Por el momento…

-Acerca de eso… - el parecía pensar. – En caso de que todo salga bien… y dejemos que el embarazo continúe creo que debes saber algo. Para cuando estés por dar a luz. No podremos hacer una operación para sacarlo, así que …


-Hay.. no… ¡Doc!

-No hay de otro modo Vanessa…

-Claro que si lo hay, córteme… esa es la forma.

-¿Qué parte de vampira-humana no comienzas a comprender las mismas cosas que te afectarían para matarte siendo humana lo harían también por tu lado vampiro…

-¿Cómo un jacke mate?

-Así es… tendrás dos lados débiles… debes cuidarte… por otra parte como te dije – esta vez decía apoyándose a la mesa – Debes traerlo por vía natural, la anestesia no servirá contigo, el dolor te mataría, sangrarías por doquier. Y sin contar que cerrarías rápidamente cualquier herida que te hagamos para poder sacarlo. No hay otra opción. Fue por esa razón que, el caso anterior murió.

Trague grueso. El doc. parecía pensativo.


Y eso me hizo descubrirle muy mínimamente algo similar al quebranto. Din din din. ¿Aquí había algo escondido!

-Doc… ¿Quién era esa mujer?


El no se movía, le había dado al blanco y comencé a temer y preguntarme si debía como niña buena 8que no era) tomar mis cosas y largarme de esa oficina, Provocar al vampiro más antiguo de ese lugar era por mucho un auto suicidio.


-Se llamaba Meredith…

Su voz era penosa. Desdichada.


-No comprendo Doc.

-No quieres saber Vanessa…

-Creo que más bien… usted no quiere recordar.


El levanto la mirada hacia mí.

-¿Era suyo Doc? ¿Su bebe?

-No claro que no… - parecía molesto y nuevamente su rostro fue tranquilo. – Aunque ojala al menos lo hubiera sido.

-¿Qué…. Quiere decir?

-Que la amaba… era mi hija…. La había transformado. Cuando tuvo la edad para que no le fuera tan difícil.

-¿Entonces que sucedió? ¿Cómo es que?

-Un accidente…

-Pero… ¿era vampiro?

-Si… era vampiro.

-¿Entonces?

-No lo sabemos…

-¿Qué? – estaba completamente fuera de orden.

-No comprendo Doc, que fue ¿Violación o que carambas? No comprendo.


El me miro tranquilamente sonriente.

-Así es…

-¿Qué...? ¿Doc sinceramente como cree que una vampira antigua podría ser violada? Es imposible, mataría al que lo intentara…

-Olvidas que concibió. Fue un vampiro reciente. Conoces que es más fuerte…


Eso me dejo completamente helada de los pies a la cabeza. Que clase de monstruo haría eso. Me sentí pesada en la silla.

-¿Doc… como es que? ¿Quién fue? ¿Aun vive?


-No…


Me erizaron los cabellos de la nuca.


-¿Usted lo…?


-No… uno de mis amigos… cuando se enteraron, les dieron caza… y le mataron…

-¿Era conocido?


Me miro por un momento. Callado y luego miro a la ventana de su librería detrás de mi. Quizás fijándose en un punto al horizonte. Que no fuera mi cara.

-Era el padre biológico de Damián…



WT………..?????????????????????????????



-Doc… ¿Es en serio?

-Era muy… normal… bueno, siendo humano, enloqueció cuando lo volvieron vampiro.

-¿Por qué?

-Porque creía que ahora podía tener el poder sobre el mundo y no el mundo sobre él… Imbécil…


Esa era la palabra más dura que le había escuchado decir al Doc.

-¿Doc… en todo caso como es que ya conocía al papa de Damián? ¿Usted vivía en Londres?

-Oh, claro que si… y Russel también, nos encontramos allí y después de lo que le pasó al padre de Damián, Russel tuvo compasión del chico siendo humano y con tantas ganas de seguir aprendiendo, vivía en buena cuna pero gracias la locura, demencia de su padre, la sociedad lo echaría para atrás en todo lo que se propusiera hacer. A pesar de lo grande que ya era en edad, Russel…. Yo no se, tuvo un ataque paterno, y decidió ayudarle… claro, convirtiéndolo en vampiro dijo que no lo metería en la misma casa que el con sangre o seria la cena. Así que lo transformo.

-¿Y Damián entendió todo eso?

-Cuando le contamos el verdadero error que cometió su padre, si… lo comprendió. Y no quiso hablar más de el. Según él le daba asco lo que había hecho su padre. El chico estaba muy mal. Aprecio la oportunidad que le ofrecía Russel de ayudarle a cumplir su sueño. Tiene una mente brillante.

-Comprendo… - trate de obviar los comentarios de Damián. – Bueno, en todo caso. ¿Qué papel jugaba Meredith allí?

-Era hermosa… muy hermosa, de cabello rubio realmente hermoso y ojos como el cielo. Era admirable de ver.

-¿Así que simplemente quiso tenerla y no podía…?

-Así es… así que la tomo a la fuerza…

-Pero doc., en mi caso… usted dijo algo acerca de la sangre… yo bebí, de Matt. Si fue algo… a la fuerza como usted me dice… ¿Cómo es que no bebió la sangre para quedar en estado?

-La bebió…

Eso parecía un golpe realmente bajo para el doc. No quería seguir preguntando.

-El… amenazo con matarme. Y al hombre que amaba. Bueno… nos conto todo esto después. Nunca dijo nada. Solo, la vimos llena de sangre por todas partes y eso creímos no queríamos imaginarnos el festín que se había dado ese… hombre. Por eso era tan extraño ese embarazo. Es que era realmente imposible que ella concibiera hasta que, bueno, vimos que iba agrandándose y poniéndose…. Tan débil.

-¿Es por eso que esta así… conmigo, verdad doc.?


El asintió.

-Lamento lo que le paso… a Meredith…

-Esta bien… no hay problema…

Sonrió.

-Creo que esta siendo hora de salida.

Mire a la ventana y así había sido, WOW olvidaba esta parte vampiro de no percatarnos del tiempo. No nos dimos cuenta hasta que la asistente entro y coloco la carpeta de consultas para que el doc. la firmara y ella pudiera marcharse.

-Creo que es demasiado, tarde doctor.

-No te preocupes, parece que no tuve muchas consultas luego de la tarde.


Sonreí.


-Gracias doc.

Gire a la puerta, y corrí rápido (bueno “corrí”) para el auto. El lugar era tétrico cuando comenzaba a quedarse solo. Y peor Matt seguramente me mataría si no veía en la casa descansando.

Maneje tratando de hacerlo con calma, no pude evitar cuando pase por una tienda, farmacia, y obviamente me detuve, compre las vitaminas y otras cosas que me había dicho el doctor, rogando que Matt aun no estuviera en casa. Pero comenzaba a oscurecer.

Para cuando llegue la casa, aun todo estaba apagado, camine lentamente no fuera ser que Matt quisiera darme una pequeña reprimenda sorpresiva tipo “dijiste que llegarías temprano” como si yo fuera un hombre escapado de su mujer un fin de semana.

Pero sorpresivamente aun no había llegado, así que le di una llamada a su telf. Al parecer el jefe le había pedido quedarse un poco más para acomodar.


Arregle algunas cosas dentro de la casa paral luego irme afuera a sentarme a ver el cielo. No me apetecía quedarme encerrada sola. Aunque no paso mucho tiempo hasta que sentí el aroma de Matt en mi cuello.

-¿Qué haces aquí? – dijo rozando su nariz contra mi cuello, estaba helada.

-¡Estas frio!- dije quitándome. – ven acá, dame un beso...

-Wow… creo que tendré que desaparecer todo el día con más frecuencia…

-Tonto… - dije mientras el me daba un dulcemente ardiente beso.

-¿Te vas levantando? – pregunto él.

-¿En serio crees que pasaría todo el día en la cama Matt? ¿Y sin ti?

El arqueo una ceja.

-Pues no se si tomarme mal eso... o tomármelo muy bien. Hazme un lado… - dijo echándome para la derecha. Mientras me abrazada en el.

-¿Qué has hecho hoy? – pregunto besándome el cabello.

-Estuve fuera todo el día… también voy llegando.


Se separo un poco de mi y me volvió a abrazar.


-Y yo no te llame porque pensé que me harías caso y descansarías.

-Oye gruñoncito – le di un beso y volví a mirar al frente – fui por un pretzel y a visitar al doc. Las noticias mejoran.

-¿Qué dijo?

-Si todo va bien tendré nueve meses una buena barriga, tendré que darlo a luz y cualquier cosa que mate humanos y vampiros me hará daño. – lo mire a los ojos. - ¿Qué tal?

-¿Es en serio?

-Oh y debo tomar vitaminas y despedirme de mis tacones… no manejar mucho y todas las tonterías que hacen hacerle a las embarazadas, solo por si es humano.

El suspiro y miro al frente.

-Al menos espero que me dejes cuidarte…

-Sabes también me conto, muchas cosas el primer caso de embarazo como el mío que vio el doc. Fue de su propia hija…

-¿Es verdad? – el parecía sorprendido y mucho.

-Si…

-Pobre… dijo que ambos murieron, ella y el bebe ¿verdad?

-Si… y… no has oído la peor parte.

-¿Hay peor? – pregunto pero no me dio nada por querer reír.

-Si… ¿sabes quien era el padre?

El me miro y se quedo quieto esperando respuesta.

-El padre de Damián… el biológico…


Matt rodo los ojos y respiro profundamente.

-Interesante…

-La… violo Mat…


Esta vez se quedo rígido.

-Que… asqueroso…


Parecía molesto, muy molesto. Entonces le di un beso en la frente, y luego en los labios, me sentó en sus piernas y me acosté en su hombro. Eso era tan divinamente calmante. Matt miraba al cielo.

Luego comenzó a reírse solo.

-¿De que ríes? – preguntándome también en mi interior si había enloquecido después de molestarse por lo que había escuchado.

-No es nada…

-Dime… - dije girando para verle el rostro.

-Nop…- dijo dándome un beso en mi nariz.

-Dime….

-Es tonto, es de cuando era un niño y soñaba con ser astronauta… ya sabes.

Sonreí. ¿Matt de niño? Debía ser adorable.

-¿Por favor? – pedí mirándolo.

.Ahhh… detesto que hagas eso. – sonreí. – pero no te rías.

Levante la mano en promesa.

Miro al cielo. Buscando algo.

-Allí, ¿Ves esas estrellas?

Gire a buscar lo que señalaba y la vi entre otras dos.

-¿Ves esas estrellas que parecen los tres reyes magos? ¿Una detrás de la otra formadas en una línea?

-Si las veo…

-La del medio…

-¿Si?

-Es mía… te la regalo…


Sonreí mirándolo.

-Tonto, ¿Cómo que tuya? – se encogió de hombros.

-Cuando era pequeño me echaba al techo de mi casa a ver las estrellas, y quise recordar una siempre, cuando tenia problemas era que subía a verlas y siempre encontrarla me hacia saber que todo iba a estar bien, siempre buscaba esas tres y para no perderme de cual era cual dije que la del medio era mía.


El parecía pensativo.

-La noche que me ataco esa cosa extraña en el callejón donde me encontraste comencé a tener miedo antes y mire a la estrella, tratando de calmarme y no vi de donde salió. Cuando tuve conciencia…estaba en tus brazos.

Giro hacia mi mirándome dulcemente.

-Gracias… - sonreí. – Te amo…


Ese abrazo era lo que necesitaba, algo que me calmara.

-También te amo nena…

-¿Crees que la estrella también me calme a mi cuando me preocupe por el embarazo?


El se hecho a reír con ganas.

-No lo se bebe, es cosa de niños… pero adelante. – me beso nuevamente.

No quería arruinar ese perfecto momento pero, venga que al menos le ayudaría a mitigar un poco la preocupación.

-Llamo Damián… Matt…

-¿Qué? – el abrazo se quedo duro y débil al mismo tiempo de su parte. - ¿A dónde?

-A mi teléfono.

-¿Qué dijo?


Se oía tan seco y duro como pudiera ser.

Me quede callada, entonces me miro.

-¿Qué dijo? – volvió a preguntar.

-Dijo que, no lo se... que te felicitara, que ganaste.

Dio un resoplido.

-Idiota – dijo mirando al horizonte. - ¿Qué más dijo? – volvió a mirarme.

-Que… hay Matt no te gustara. Déjalo así no te lo quería esconder por eso te lo dije. Pero no diré nada más.

-Pues hubiéramos tenido serios problemas si me lo escondías.

-Bien… - me queje.

-¿Algo más? – me miro y al ver que no hablaba hablo el. – No se dará por vencido, lo se.

-Déjalo así Matt… esta bien. ¿Si?

-No, no lo esta levántate…

-¿Qué vas a hacer viajaras a Londres y le retarás a duelo o que?

-¿A que...? – de acuerdo le hable en chino.

-¿Qué quieres hacer?

-Te comprare otro teléfono celular con otra línea, ya.

-Es tarde Matt…

-Para eso están los centros comerciales.

-No…

Dije caminando detrás de el mientras iba a pasos rápidos dentro de la casa, buscando las llaves del auto.

-Matt esto es psicópata, el esta lejos no puede hacerme nada. ¿Si? Se disculpo, ya déjalo.

-No le creo nada Vanessa y no le daré ni una oportunidad de tenerlo cerca de ti.

-No comprare nada Matt…

-No, lo comprare yo, tranquila.

-Matt… ¡Matt que haces!


Mi teléfono vino a ser puré en sus manos e incluso la memoria de datos la quebró en dos.

-¡Matt!

-Ahora necesitas un teléfono nuevo… - sonrió.

-Eres imposible… allí tenia todos mis contactos.

-Bueno… te daré los míos y luego vuelves a buscar los demás. – dijo abrazándome, era imposible molestarme con el, pero como lo dijo así fue, fuimos por un teléfono nuevo.

Me parecía increíble ver a Matt haciendo cosas tan “maduras” bueno fue demasiado pero el reponerlo fue un buen detalle. E incluso rápido.

El carácter de Matt mejoro, y sonreía cada vez más mientras me recordaba de tomar algunos medicamentos que le había contado que el doc., me había recetado. Mientras tragaba la pastilla de calcio Matt sonreía con el auto estacionado en el centro comercial y para irnos a la casa y un audible, muy audible tono hizo chillar su celular. Cuando no, Matt con Rock.

-¿Si quien?

Matt parecía callado luego paso el teléfono para mi.

-¿Vanessa? – era el Doc.

-Un momento.


Coloque el teléfono en altavoz y en medio de Matt y yo.

-Hable doc. – dije.

-Necesitamos que vengan al consejo…


Su voz parecía pesada.

-¿Pasa algo?

-Si… hablamos lo del tema del embarazo…


Yo me hele sin mirar a Matt podía verlo mirándome.

-¿Qué dijeron?

-Nada bueno… - era claro en la voz del Doc.

-¿Doc, que pasa?

-Vanessa… es mejor que lo oigas por ti misma.

-Doc, hable...

-Niegan el nacimiento..... Van a sacarlo Vanessa...


  Deje caer el telefono con horror, ya no escuchaba nada, Matt estaba frio y sin movimiento.


-No...

  Solo decia una y otra vez.

-No lo harán... - dijo Matt - no pueden obligarte, no pueden hacerte nada.

-Me quemarian... si no lo permito y no lo voy a hacer, eso juralo y escribelo.

-¿Que?

 

  Esta vez fue Matt quien estaba incredulo no sabia si era por la parte de quemarme o por la parte de que no dejaria sacarmelo.


-Dije que, ¡no lo sacarán!

-Vanessa ¡van a matarte!

-No los dejare igual podria morir. No dejare que lo saquen Mmatt ¿Que no te duele? ¿No te duele que le hagan daño a tu hijo?

-¡ME DUELES TU VANESSA! ¡NO QUIERO QUE TE HAGAN DAÑO!

-ME IMPORTA UNA MIERDA YO, NO DEJARE QUE LO SAQUEN ¡NO!

-ERES TERCA PREFIERES MORIR A DEJAR QUE SAQUEN A ALGO QUE SI PUEDE SER MALO TE ESTA MATANDO TE VA A MATAR Y TU LO DEFIENDES

-NO ME HACE NADA

-PARA DE GRITAR ¡YA!

-¡ENTIENDEME ENTONCES!

-¡NO! ¿QUE VOY A ENTENDER?

-Matt.... es tu hijo...


  Esta vez mi voz era suplicante


-Vanessa... no te voy a perder a ti... no lo haré.,.. porfavor.... acepta... intentaremos...


-INTENTAREMOS NADA ¡NO LO HARE!

-BIEN ENTONCES QUIERES MORIR MORIR Y DEJAR QUE ESA COSA SIN SABER QUE ES SIN NADA MÁS QUE LAS ESPERANZAS TE MATEN? ¡NO SEAS TONTA NUNCA DEBISTE QUEDAR EMBARAZADA.


  Eso fue un duro golpe 


  Noqueada..... 


-Vanessa..... 


  Matt se habia dado cuenta del error de sus palabras pero no iba a retractarse, ni yo a escucharlas, deje de oir su voz mientras desaparecia cerrando la puerta y escabuyendome entre los arboles. 


1 comentario:

  1. AYYYYYYYYYYY PERO QUE LE PASO A MATT .. BUENO ES SU DESICION LE PASO COMO EN LA SAGA LOS PADRES NO QUIEREN SUS VAMPIRITOS PERO LAS MADRES DARIAN SUS VIDAS POR ELLOS... VANESSA NO PUEDE HUIR PORQ PUEDE MORIR DE TODAS MANERAS Y SI SE QUEDA LA MATAN A MENUDO PROBLEMA EN EL QUE ESTA ... QUE TERRIBLE ES LA SITUACION DE VERDAD QUE CAPITULO

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