miércoles, 29 de diciembre de 2010

CAPITULO 18: Comienzo del desierto.

Capitulo 18 : Comienzo del desierto.

Katheryn Morales





Podía esperarlo detrás de mí. Buscándome así que tome unos cuantos atajos para despistarle, y claro con algunos métodos que nunca le había enseñado antes. Solo por eso le llevaba la ventaja, aun con el embarazo mi velocidad y fuerza no habían menguado del todo, y podía notarlo mientras me escabullía entre los callejones.
Las palabras de Matt aun resonaban y gritaban en mi mente. Podía estar arrepentido ya pero lo que dijo, quiera o no, lo tenia en lo más profundo del corazón.

Y aunque amaba a Matt con toda la fuerza inimaginable de este mundo. No podría quedarme a esperar viéndole pasarse al lado del consejo… para sacar a nuestro propio hijo.

Corrí en dirección de la casa y entre casi pitando zapatos en la entrada. Busque la sangre, algunas mudas y mis identificaciones personales. Por ultimo mire el teléfono. Sabia que no tenia como rastrearme con el… y era suficiente con no ver a Matt, como para no oír su voz tampoco, por mucho que me doliera admitirlo. Cuando todo estuvo listo, desaparecí tan pronto como llegue. Sabía que Matt no me buscaría con terror hasta que no me hubiera ido por completo…

Porque jamás se hubiera imaginado que en verdad. Me iría sin decirle nada.

Cuando finalmente llegue a uno de las mesas de noche, busque algunos artículos personales, y listo. No me llevaría mayor cosa solo lo indispensablemente costoso que no me daría el lujo de comprar de nuevo. Lo demás era sustituible.
Cuando ya iba por las puertas con los dos bolsos, di una mirada adentro… no podía creer que me estuviera yendo de mi propia casa, pero sobretodo, del olor de Matt… aspire por, quizás última vez aquella exquisita esencia. Y luego.


Desaparecí.


Compre mudas nuevas en una tienda que aun seguía abierta agarre lo primero que vi. Y de nuevo Sali en busca de un taxi. El cual me llevo hasta el aeropuerto. Estaba ansiosa por lograr llegar a subir el avión. El primero que saliera. Eran cerca de las nueve. El primero que vi con cupos era uno directamente a Texas.


Perfecto.

Lo bueno era que iba a llegar sobrando tiempo y esconderme en algún departamento o lo que sea que tuviera alquilado por los lugares, lo otro bueno es que era lo suficientemente soleado como para que Matt jamás pensara que iba a irme hasta allá. El solo pensarlo el inclemente sol de Texas te deshacía en un abrir y cerrar de ojos.

Dios… apenas estaba sentada en el aeropuerto sin pisar el avión… y como deseaba girarme a Matt… correr hacia él. Pero eso era suicidio. Era matarme fácilmente y no lo permitiría. Pero algo era completamente cierto. Lo que venia para mi era total desconocimiento. Estaba preocupada por el bebe, no sabría si el doc me ayudaría con el tratamiento. O si me daría algo que pudiera matarlo definitivamente mientras yo confiaba en que fuera medicamento. Era lo único… que tenia de Matt, y lo cuidaría con mi vida ahora.

El teléfono me saco de mis pensamientos sorprendiéndome de tener los ojos llenos de lagrimas, alcance un abrigo para darme calor – quizás el ultimo por el momento porque después me estaría muriendo por el mismo- para ni molestarme en pensar quien podría ser. El único que tenia mi numero hasta el momento.


Matt.


Se oía ajetreado en la otra línea y reconozco que me asuste. ¿Y si le hacia algo por mi? ¿Por pensar que me ayudaba? No… eso era extremista.

-Vanessa, ¡Donde estás! ¡En que estabas pensando! ¡Cómo pudiste irte sin siquiera…!

-No te molestes Matt – dije tratando de ser tajante sin dejar que la voz quebrada me delatará- puedes, echarme toda la culpa si así lo deseas, y no te preocupes porque tengas que hacerte cargo del bebe lo haré yo sola…

-¡Pero que estas diciendo! Dime donde estas iré por ti.

-No hace falta porque no volveré…

-¿Qué...? Vanessa…


Su voz era claramente la de un niño dolido y asustado. Pero conociendo a Matt en el fondo había una furia indomable.

Eso hizo que llorara aun más.


-Tienes que estar bromeando cariño… yo no quise….

-No te molestes…. Nada de lo que digas me hará regresar…

-Vanessa…. Por favor… dime donde estás.


La chica de la voz en el aeropuerto comenzó a llamar vuelo tape el auricular para que no oyera hacia donde casi a tiempo. Solo por poco. Matt se oía gritando del otro lado oía cosas cayéndose. Y llaves sonando.

-Lo siento Matt, debo irme… Te amo… en verdad. Créeme que te amo.

-Van...


Luego el sonido del silencio.

Las lágrimas caían por montones sobre mi rostro escociéndome la mirada. Debía ser valiente, de ahora en adelante. Mire hacia el cartel de la plataforma a donde debía marchar. Tomando mi bolso de mano y el abrigo.

Lo que sea que pasará… solo deseaba que al final, no terminara matándonos






1 comentario:

  1. QUE ANGUSTIAAAAAAAAAA ESTE CAPITULO ES SUPER FENOMENAL POBRE VANESSA Y MATT NI SE DIGA...

    ResponderEliminar