Capitulo 4: Alerta "Incendio"
Katheryn Morales
Katheryn Morales

-Nos fue bien hoy…
Me saco de mis pensamientos, realmente recuerdos, Ivana, la otra chica que ayudaba a vender. El jefe usaba la escusa que las chicas bien educadas vendían mejor a las mujeres y las más bonitas hacían comprar más a los hombres. Quería pensar lo contrario pero, detestablemente su teoría era cierta.
-Así parece, se han llevado casi toda la mercancía que teníamos atascada.
Sonreí Limpiando una de las vidrieras donde se encontraban los objetos mas pequeños, como prendedores, dagas, collares, guardapelos, y otros.
-¿Sabes que traerán mañana? – lo sabia pero deje que hablara. -Sarcófagos egipcios. – Sonreí, tenia un amigo que nos los facilito, Sip, vampiro. Supongo que no las iba a necesitar, Sonreí aun más.
-Oh cierto, que respondieron a la solicitud, ¿tu sabes leer jeroglíficos verdad?
-¡Si! – Ella sonrió casi dejando caer las encías era rubia semi platinada, con ojos azules - ¡estoy tan emocionada de verlos! ¿Sabes lo que es que alguien como yo? ¡Pueda tocar un objeto como ese? Y… poder leer esas imágenes grabadas en el oro. Dios… amo este lugar.
Yo también sabia leerlos, muy poco en realidad, solo lo necesario, pero Ivana había estudiado a fondo, era Filosofa, y sip, termino trabajando en una tienda de antigüedades. Se especializo en áreas egipcias, en todas las creaciones que ellos hacían y las trataba de explicar. El comportamiento y el pensamiento de ellos para hacer tales cosas. Interesante a veces (porque tenia razón, yo había visitado algunos lugares cuando pude) y otras extrañas porque se iba por ramas locas.
-Oye… ¿puedo preguntarte algo? – dijo ella.
-Claro – me enfoque en el otro costado de la vidriera mientras limpiaba.
-Ese chico que trajiste hoy, ¿ustedes son algo? – le mire enseguida.
-Por supuesto que no, ¿Por qué todos creen eso?
-Bueno, no lo se, pero yo lo decía porque, si esta disponible por mi… no tengo problemas en investigarlo también…
Que mujer TAN idiota.
-A ver… ¿Si sabes quien es no? - le pregunte. Ella rodo los ojos y se mordió el labio.
-Por supuesto que se, Matt Dale, fue el desastre de la secundaria, empedernido de las hormonas y hoy en día conquistador de mujeres. Un vago, pero… créeme vale la pena arriesgarse. No me importaría amanecer en su cama un día.
OK! Demasiada información, demasiadaaa información.
-Primero, dudo que amanezcas en su cama porque resulta que esta viviendo en mi casa, y no voy a permitir cochinadas, y segundo ¿Qué rayos te pasa? ¿Estas loca acaso, o no escuchas lo que dices? – sin contar que quería acabar muerta extraída de un vampiro si supiera la verdad por supuesto.
-No me culpes, las mujeres hacían filas por salir con él aunque sea a la esquina, soñé muchas veces con el... – ella lo miraba fijamente.
-En serio, debes ir a revisarte la cabeza ¡y! terminar de limpiar las vidrieras, me voy. – le lance el pañuelo, y deje el prendedor con mi nombre debajo de la repisa en las computadoras de facturas.
Salí por la parte delantera, y Matt ya me estaba esperando apoyado en la parte trasera del auto. Bien, si entendía a Ivana pero no por eso dejaba de estar totalmente desquiciada de la cabeza. El ladeo la sonrisa y me miro burlonamente Si, ¿Por qué no lo imagine? Había espiado la conversación.
-¿Algo interesante? – pregunte mientras sonaba el seguro de la llave. Matt se puso la chaqueta para no llenar de sudor el forro del auto.
-Absolutamente nada – dijo sonriendo mirando al frente. - ¿Crees que a ella le importe si la invito? – comento al entrar.
-¿Ivana? Lo dudo, esta loca por ti. – metí la llave lentamente, procurando no romperla de una embestida.
-Interesante… - su sonrisa aun era de picardía. – creo que le invitare un día de estos a una noche especial.
-¡Oye! – Frene el auto en seco y le mire – no me importa las aberraciones que hagas ahora en adelante, pero escuchaste lo que dije acerca de mi casa, así que tendrás que hacerlas bien lejos ¿entendiste? No pensar ni una vez para desmembrarte – el miro al frente sonriendo yo volví a andar en el auto con una sola mano en el volante y la otra masajeándome la sien.
-Supongo… - su sonrisa se hacia cada vez más grande.
-Y, te advierto algo. – No me miro – el ser vampiro no te neutraliza el que puedas procrearte no a los hombres vampiros por lo menos, así que, es tu elección, no quiero a Ivana en mi casa.
-Que ridículo, siempre hay opciones.
-Idiota, y burro que no las hay, ¿se te olvido lo que te dijo Philip? ¿El porque ya no debías comprar más? – el me miro y parecía apenado – si recuerda que los oí. Es por eso que los de nuestra clase se quedan con las vampiras. A menos que se enamoren de las humanas y no les importe, pero eso ya es otro tema tu ni te acercas a eso.
-¿A que?
-A enamorarte… - el quedo serio, justo cuando llegamos a la casa.
Baje furiosa del auto después de que lo estacionáramos, Matt se quedo cerrando las puertas del estacionamiento mientras yo abría la casa. No podía creer que fuera tan idiota en verdad. Ni el que le quitaran toda la parte humana le quitaba lo estúpido y burro que era, a lo mejor era algo con su cuerpo principalmente que había pasado, o su madre lo dejo caer recién nacido de la cuna y por eso termino con la cabeza mala.
Idiota.
Cuando entramos prepare agua para calentar y hacer chocolate tibio, necesitaba algo que se sintiera más caliente que mi cabeza, los vampiros tenemos un serio problema para controlar la ira cuando aparecía, el estaba silencioso, colgó el abrigo en el perchero y me miro, rayos, no me había quitado la mía, me la saque a tirones y se la lance, el la atajo y la colgó también.
Estuvo viendo televisión por un rato, finalmente se acerco a mi. No me había movido de la cocina, veía la televisión desde la vidriera que separaba la cocina de la sala, me gustaba estar allí, era grande pero no más que la sala aunque, el espacio total de la casa era enorme fácilmente podías confundirla con una mansión. Oí sus pasos acercándose, vagos, arrastrados. Yo seguía mirando a las zanahorias que cortaba ahora para la cena. Apoyo uno de sus codos al mesón mirándome.
-¿Qué quieres ahora? – le pregunte seca.
-Quiero disculparme… - su voz era un arrullo, ya venia con su disfraz.
-¿Por qué? ¿Por ser un idiota?, vamos Matt, no te disculpe por algo que sabes que seguirás siendo, descubrí que es de nacimiento. – el sonrió.
-¿Por qué estas tan molesta? – esta vez era suave.
Demonios, era bueno.
-Ya te lo dije, porque eres un idiota y burro haces que tenga conversaciones contigo que no, quiero tener.
-Pensé que debías explicarme lo que necesitará.
-Dudo que esas cosas deba explicártelas, creo que las comprendes muy bien.
-Pero no desde este lado.
-¿Cuál lado?
-El vampiro.
-¿Qué tendría de diferente? Excepto lo que te dije, nada, y que los deseos son quizás un millón de veces más fuertes que cuando eres humano, tu no amas Matt y cuando tengas a una mujer de esa forma no te controles y en un descuido la mates, y es lo único que me falta proteger a un asesino pedófilo. – el trago grueso. Lentamente se apoyo en ambos codos en el mesón mirando hacia arriba. -¿Qué? – pregunte al ver que no hablaba.
-Que tiene lógica, pero pensé que era por otras razones que podrías estar molesta. – farsante. Oh…. No…
Entendí la indirecta.
-Por favor…- me reí mirándole ahora quedando de frente a él. – Matt, pensé que esa parte te había quedado bien clara. Primero querrás estar muerto estacado y bañado en aceite fritándote en el infierno por pensar en estar enredado conmigo. ¿Entendiste o te lo grafico?
El no me miro, sonrió un poco más, ¿será que el lo decía en serio, o si se fijaba en mi? Igual para mí era lo mismo, el desgraciado era un perfecto actor, lo sabia, y no me confiaría de él.
-Entonces que comiencen a encender las sartenes – me miro y apareció justo delante de mí.
Me tomo de la cintura y me presiono contera su cuerpo, definitivamente perro que ladra no muerde, no me podía ni mover no respiraba, no sentía nada, bueno, nada, en mi, pero de que sentía, sentía y muchas cosas principalmente muy cerca. El cuchillo me rodo entre las manos pero del lado de la hojilla. - ¡Demonios! – gemí, el se asusto y me tomo la mano. Me miro y luego a la sangre, luego a mi, y la presiono contra su boca, limpiándome la herida con sus labios, la saliva vampira era un sellador. Lo aprendió probablemente hoy, con Drake abriendo las cajas con los exactos (cuchillas). Lo que él no sabia era el efecto que eso causaba en mí, y lo que podía mostrarle con ella. Perdí el sentido de todo mi cuerpo por una fracción de segundo, el tenia los ojos cerrados aun con mi mano, no podía pensar en nada sino, Dios no… demasiado tarde, vio el deseo en mi sangre, a ambos nos golpeo como una ola pero fue el quien reacciono.
Me tomo con ambos brazos, besándome, con la más intensa de las furias, si algo se acercaba a las propias llamas era esto, era este beso, si me tocaba no lo sentía, mi cuerpo estaba totalmente entumecido a causa de lo que sea que estuviera sintiendo, la sangre pasaba tan rápido por mi cuerpo que hubiera dolido de ser humana. Entonces me rendí tomándole el rostro con mis manos el me sujetaba de la cintura y una mano en la cabeza, parecía que no estaba a buena altura, me elevo al mesón,
Bien, definitivamente esto se estaba saliendo de control…
Comencé a tranquilizarme, tranquilizando la respiración, eso lo calmaría. Estaba funcionando. Poco a poco los besos fueron calmándose, hasta que eran solo cariños, solo simples roces, esperando que se suavizaran.
Eso había sido, POR MUCHO la sensación más fuerte que había sentido en toda, toda mi existencia.
Finalmente abrió los ojos, después de lo que pareció mucho tiempo, apoyo su frente en la mía, aun componiendo la respiración. Miro hacia arriba ahora yo estaba a mas altura que él. Cuando lo mire, vi la sonrisa en su rostro, solo para notar el horror de lo que había hecho, dije tanto sobre no involucrarme con el, y fue precisamente lo que hice. Voluntaria, o involuntariamente.
Bien, voluntariamente.
-Eso, definitivamente, es cierto, se sintió un millón de veces mejor. – sonrió aun respirando entrecortado. – Mi primer beso vampiro… que interesante… - se lamio los labios de mi sangre aun en ellos.
-Me alegro ser tu conejillo de indias…
Le mire, inmutable, no sabia como reaccionar, estaba decepcionada por mi, pero no podía negar que tuviera o no la intención sentía atracción por él. Me moví para que me dejara bajar. Pero el me tomo de la cintura poniéndome suavemente en el suelo. Acomodaba mi cabello, una y otra vez hasta que entendí que no lo acomodaba, el, el estaba siendo dulce conmigo, sus ojos eran como la miel más dulce, y concentrada.
Esto no estaba bien.
-Matt. – le detuve. – Quítate… - deje todo en la cocina, y subí a la habitación, el no se movió ni un centímetro cuando pase por debajo de su brazo.
Estaba congelado.
“Dios… esto no podía estar pasando, no, no con Matt, yo no quería eso, no quería, bueno lo quería a él, definitivamente…” a mi mente vinieron imágenes tan fuertes, como las sensaciones de hace unos minutos, tuve que meterme en el baño y pasar horas en agua helada, calmándome, o abriéndome la razón, para saber porque no debía bajar y continuar lo que había dejado a la mitad con él. Agudice el odio, el estaba aun allí, en la sala, oía el canal de deportes, un auto salía de la casa, un repartidor de pizzas… A los minutos el tocaba la puerta de mi cuarto.
-¿Vanessa?
-¿Qué? – ya estaba sobre mi cama solo mirando al techo.
-Tú… ¿quieres pizza?...
“Te quiero a ti… ahora” decía mi mente ¡maldición! No… una pesadilla, idiota tu no duermes no puede ser una pesadilla.
-No gracias...
Mi voz se oyó ronca y maldije para mis adentros de nuevo por eso, “por favor vete, vete antes que abra y pase algo peor, lárgate, atragántate de pizza pero lárgate”, gritaba para mi presionando los ojos cerrados. Mis colmillos estaban saliendo, no… contrólate… contrólate.
-Vanessa, lo de hace rato, discúlpame… yo.
-No importa- le corte.
-¿Qué?
-Que lo olvides.
El silencio se apodero del lugar, Dios… pero el seguía allí, podía olerlo… “lárgate, lárgate ahora” Comencé a levantarme, iba a abrirle, y Dios sabe que pasaría.
--Bien, te dejare un trozo en el microondas por si te… por si se te antoja probarlo. – comenzó a caminar a la sala, cuando llegue a el picaporte de la puerta su olor ya no estaba, había bajado.
“Dios… gracias”
En toda la noche no quise levantarme, pase todas las horas siguientes relajándome, para cuando abrí los ojos eran las 5:00 a.m tome las pantuflas y salí, lave mis dientes y tome una ducha , volví a cambiarme algo cómodo, para esperar a que fuera más tarde y vestirme para irnos al trabajo. Mi mente estaba calmada, mi cuerpo estaba en orden, y por lo que veía no tenia marcas de mordiscos así que, no hubo una noche romántica, por lo menos. Entonces oí abajo ruidos, y quejas de Matt, ¿Qué le pasaba?
Corrí a velocidad y me detuve en el umbral siempre por lo mismo, por si había un humano. Matt estaba enrollado con las manos presionándose el estomago.
-¿Matt? ¡¿Qué pasa?! – le busque heridas pero nada, y el patético muchacho no hablaba mucho.
-No… no se… - trataba de tragar aire. – creo que algo me cayo mal.
-¿Qué comiste? – en el pueblo había que ser cuidadoso, algunos sabían lo que éramos y pudieron ponerle algo, aserrín, y nos perforaba por dentro no lo se, los caza vampiros eran especialistas, tenían sus formas así como las nuestras de pasar inadvertidos.
-Solo pizza, pero… siem... siempre la he comido, no se que pudo caerme mal, o las toneladas de helado que comí.
-No seas idiota Matt, el mezclar comida no te hace daño, ya estas muerto, ¿Qué tenia la pizza? – comencé a oler los trozos, ningún material extraño, aun olía bien debió comerla a media madrugada y no cuando me dijo de si quería. Hasta que distinguí los olores. Carnes. – Matt….
-¿Qué?
-¿De que rayos pediste la pizza?
-Pizza de carne, la hacían por las casas rodantes, pero… ah… esto es horrible siento que trague un balón de básquet, no puedo respirar, abrir bien la boca siquiera, no me… pasa ni aire.
-Eres un…
Bien era mi culpa no le había explicado. Me senté su lado para enderezarlo.
– Lo siento, es mi culpa – trate de ser paciente al hablarle. - Matt no como siempre vegetales y frutas por ser vegetariana, es que, ya nuestro tubo digestivo esta muerto, no digiere bien alimentos, aun de las comidas como vegetales no las toleramos muy bien, por eso solo lo hacemos de vez en cuando para aparentar. Ven levántate. Creo que solo hay un remedio.
Lo lleve hasta el baño, cargándolo casi sobre mi, arrastrándole, cuando lo acerque a la tasa del inodoro el me miro.
Quise reírme a carcajadas.
-Oye… no lo dirás en serio… pensé que no volvería a saber que era ir al baño, ¿todo lo que sube tiene que bajar?
-No exactamente – sonreí. – Pero por donde entra tiene que salir.
Esto lo iba a disfrutar.
Le golpee fuertemente el estomago de un puñetazo, y todo se devolvió, diantres, olía a tripas podridas mezcladas, a medida que vomitaba iba presionando el botón para que limpiara. Matt estaba sin aliento. Me miraba entre la rabia y el dolor, yo solo podía reírme. Y cerrar los ojos del aroma que pudo haber resucitado un zombi.
-Eso – decía enjuagando la boca en el lavamanos – no fue agradable.
Yo sonreía desde el marco de la puerta del baño donde estaba apoyada, y el me miraba.
-Lo siento, pero así es la única forma que te saliera. Lávate con crema dental, el hecho de que estés muerto no significa que huelas como uno. Y una ducha no te caería mal de nuevo.
-Oye sobre lo de ayer… - le mire y arquee la ceja.
-No... Mira, hagamos algo. Simplemente, eso, no ocurrió, ¿bien?... – le dije mirando a otro lado – el secreto esta en un ataúd. – Sonreí pero el no lo hizo. Solo me miraba. No se que se proponía, pero no iba a creer que algo en serio fuera a salir de todo aquello. Aclare mi garganta. – Apúrate… no quiero que lleguemos tarde hoy otra vez.
Salí trancando la puerta, y dirigiéndome a mi cuarto.
Suficiente.
WAOOOOOOOOOO ESTE ME DEJO SIN ALIENTO DEBERIAS PUBLICAR EL LIBRO PARA ASI COMPRARLO Y LEER TODO LO QUE QUIERA A MI ME ENCANTA ESTA HISTORIA. YO TUBE QUE COMPRAR ALGUNOS LIBROS PARA PODER LEER Y RELEER LAS HISTORIAS CADA VEZ QUE QUERIA ASI QUE CON ESTA TENDRE QUE CONFORMARME CUANDO LA PUBLIQUE ESTA MUY PERO MUY BUENA TE FELICITO DE VERDAD... Y GRACIAS EN SERIO QUIERO LEER MAS PRONTITO ESTE MAT SE LAS TRAE JE JE Y ESTA CHICA ES PURO FUEGO..
ResponderEliminarQueeee?... NO PUEDO ESPERAR MAS TIEMPO PARA LEER LO QUE VIENE!!!... Mi Diosss!!!... esto es purita PASION... Matt esta como quiere (osea BUENISISIMO)... Vanesa ya no deberia aguantarse mas y entregarse a todo lo que siente por el!!!...
ResponderEliminaraaahhh!!!... definitivamente este perro si ladra y muerde tambien!!!...jajajaja
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